viernes, 8 de mayo de 2015

Els Pelegrins de Les Useres.

Els pelegrins de Les Useres

Les Useres
Es viernes, el último del mes de Abril. Son las 8 de la mañana cuando se abren las puertas de la iglesia de Les Useres. Se escuchan rezos y cantos en su interior. El grupo de curiosos que se arremolina en el exterior guarda silencio. No faltan los políticos de turno ansiosos por ocupar la primera fila.
Los feligreses comienzan a salir de la iglesia en procesión. Van precedidos por la cruz y dos cirios, y flanqueando el guión de Sant Joan.
A continuación, solo, sale el guía dels pelegrins con el tradicional vestido azul. Le siguen los tres cantores de blanco, y los tres clavarios y el representante del ayuntamiento, con capas y sombrero negros. Finalmente aparecen, uno a uno, los doce pelegrins.
Toda la procesión recorre rezando algunas calles del pueblo. Antes de abandonarlo, los peregrinos se postran en la ermita del Loreto.
Els pelegrins en la Font de la Vall
El guía y los doce pelegrins caminan descalzos sobre una alfombra de hojas de hiedra. A la salida del pueblo, en el Filador, un grupo de niños los espera para entregarles su calzado a cambio de un pedazo de pan.
Estos son los preámbulos de la peregrinación anual más famosa a Sant Joan de Penyagolosa. Aunque sus orígenes son inciertos, probablemente se inició en el s. XIV. Se trata de una rogativa comunitaria del pueblo de Les Useres, en la que todo el pueblo participa de alguna forma, y en la que se pide al santo salud, paz y agua. En ella todo está reglamentado meticulosamente: los participantes con sus repectivos roles, los actos que se celebran, las paradas para rezar o descansar, los cánticos y rezos, los horarios y las comidas. Y todo se sigue con rigor.







Distancia aproximada de Les Useres a Sant Joan: 24,6 km
Desnivel acumulado: 1720 m en subida y 840 m en bajada

Enlace al track de Les Useres a Sant Joan

Distancia aproximada de Sant Joan a Les Useres: 24,3 km
Desnivel acumulado: 860 m en subida y 1740 m en bajada

Camí dels Pelegrins
Desde el Filador se inicia la caminata de alrededor de 25 km que nos llevará al Santuario de Sant Joan de Penyagolosa. Los numerosos romeros y excursionistas que les acompañan, creyentes o no, se distribuyen en dos grupos. El primero se adelanta a la comitiva de los peregrinos y el segundo los persigue. Ambos grupos se mantienen a cierta distancia de ésta, gracias al control que ejerce el servicio de orden, cubiertos con unos tradicionales sombreros negros.

El séquito de los peregrinos lo inicia el dipositari, seguido de les càrregues, una reata de caballerías (caballos y mulas) y sus respectivos portadores. Unas transportan carga relacionada con la peregrinación (comida, bebida, ajuar, ...) y otras son las monturas de una parte de la comitiva (sacerdote, dipositari, clavarios, cocineros, ...). A continuación van els promeses, un grupo de hombres que cumplen algún voto. Y por último, camina el guía seguido de los tres cantores, el capellán, el clavario de turno, el representante del ayuntamiento y los doce pelegrins.
Penyagolosa desde la Serra de la Creu
El camino está señalizado con marcas rojas y blancas en su totalidad, ya que forma parte del GR-33 que une Castelló de la Plana con Sant Joan de Penyagolosa.
Desde Les Useres (390 m), comenzamos ascendiendo por una pista que al poco dejaremos por un sendero. Bordeamos la Vilavella y el Tossal Gros. Según nos alejamos del pueblo dejamos atrás terrazas de almendros y otros cultivos. Pronto nos encontramos en el primer repecho de la romería. Serpenteando superamos unos bancales abandonados entre barracas y muros de piedra seca.
La primera parada se efectúa en el Corral Blanc, donde los peregrinos almuerzan durante media hora. Es una oportunidad para adelantar a la comitiva, si se desea.
Cenia en la Font de la Vall
Estamos en la estribaciones meridionales de la Serra de la Creu, que ronda los 700 m de altitud. El arbolado casi ha desaparecido como consecuencia de los numerosos incendios que han devastado la zona, el último en el verano de 2007. La garriga se ha impuesto aunque brotan los pimpollos de pino carrasco y de enebros y sabinas, entre las coscojas, aliagas, jaras, romeros y tomillos.
El roquedo calizo aflora en forma de lapiaz que lo invade casi todo, haciendo más penosos algunos tramos del camino.
Al superar la sierra (720 m), tenemos una estupenda visión de Penyagolosa, al tiempo que entramos en el término municipal de Llucena. Enseguida descendemos la ladera opuesta zigzagueando. En la base hay una balsa para el ganado y después nos adentramos en un bosquecillo de pinos y carrascas en la cabecera del Barranc de la Sénia.
Sant Miquel de les Torrocelles
Al salir del arbolado, atravesamos unos campos de cultivos y otra balsa, y enseguida bajamos bruscamente en zigzag al Barranc de la Vall. Ambos barrancos forman parte de la cabecera de la Rambla d' Atzeneta, último afluente significativo del río Montlleó.
Cruzamos el lecho del barranco y ascendemos entre bancales en producción, en los que vemos algunas cenias y refugios de piedra seca.
Llegamos a la Font de la Vall (526 m), bajo el mas del mismo nombre. En este lugar vuelven a parar los peregrinos a rezar, descansar y beber. Los animales que les acompañan aprovechan para abrevar en la fuente.
Proseguimos subiendo por la ladera, atravesando las casas del Mas de la Vall, hasta el collado desde el que ya podemos ver la ermita fortificada de Sant Miquel de les Torrocelles.
Els pelegrins en Sant Miquel
Nuevo descenso precipitado al Barranc de les Torrocelles, mientras se escuchan los toques de la campana de la ermita anunciando la llegada de Els Pelegrins. Vadeamos el cauce seco del barranco y subimos a Sant Miquel (579 m).
El lugar está repleto de gente de Les Useres y de los pueblos vecinos que han llegado en coche por la pista de Atzeneta del Maestrat. Hay familias almorzando, vendedores ambulantes y un improvisado bar.
Els Pelegrins llegan alrededor de las 12:00. Entran en la ermita, oyen misa y después descansan y comen en el interior del recinto fortificado. Aquí permanecen hasta las 15:15, cuando reanudan la marcha.
Al principio, el camino baja al Mas de Marín y atraviesa una zona abancalada con almendros. Después iniciamos un prolongado ascenso para superar el tercer escalón de la romería, la Lloma de Bernat.
Mas de' Ahicart
Regresamos a la garriga salpicada de pinos carrascos, enebros y sabinas con la roca caliza desnuda a nuestros pies. Pasamos por el Mas de la Noguera, encalado pero sin actividad.
Vamos salvando varias lomas y llegamos al Mas d'Ahicart (798 m), ya en territorio de Xodos. Los peregrinos se detienen en su fuente a descansar unos minutos. A continuación, cortando unos bancales yermos, la senda entra en el pinar que ocupa la umbría del Barranc de Valentí. Luego vienen Les Voltes dels Pelegrins, la escalonada ascensión a la Lloma de Bernat (1030 m). Mientras suben, los cantores repiten sus cánticos que resuenan en el pequeño circo rocoso. Arriba vuelve a descansar toda la comitiva.
Xodos
Desde la loma sigue un largo descenso hasta Xodos. Al principio es suave y con escaso arbolado, sobre todo hay sabinas negras y enebros jóvenes. Pero al llegar a la Lloma de Baix la pendiente aumenta y bajamos en zigzag, al trasponer un denso pinar.
Nos situamos en una pista forestal junto al cauce del Barranc Fondo de Xodos, que seguimos aguas arriba y lo vadeamos. Este barranco se convertirá en el río Llucena, aguas abajo.
Llegamos a la Vega de Xodos, rebasamos el Peiró de la Vega, y proseguimos por el lecho del barranco, dejando a la derecha la población, sin entrar en ella. Cerca del Molí de Xodos, abandonamos el cauce y salimos a una pista que nos conduce a la Font dels Possos (1053 m), siguiente parada de la peregrinación.
Caballería descansando
Alrededor de la fuente se agolpa la gente de Xodos y los caminantes ya cansados. Cuando llega la comitiva de los peregrinos les reciben en silencio, como siempre. Todos merendamos, son las 18:30, y nos preparamos para el último y más fatigoso de los repechos, las faldas del Marinet.
Este tramo del sendero es duro, pero agradable. Rodeados del rico bosque de montaña remontamos la umbría ladera hasta alcanzar el collado del Pla de la Creu, a 1390 m de altitud. Aquí, al entrar en término de Vistabella del Maestrat, descansan por última vez los peregrinos antes de entrar en Sant Joan.
El rápido descenso al santuario se realiza, entre prados y pinos silvestres, por una senda que va cortando la pista forestal que une éste con Xodos. Tras cruzar el Barranc de l'Avellanar (1255 m) y superar una breve cuesta llegamos al Peiró de Sant Joan (1280 m).
Peiró de Sant Joan
Els Pelegrins con su séquito llegan de noche, pasadas las 21 h. y esperan en el Peiró a que los reciban una procesión encabezada por el cura de Vistabella, con el guión de Sant Joan y una enorme bandera roja o pendón, que los llevará a la iglesia.
Durante la noche, antes y después de la cena, se suceden los actos religiosos con cantos y rezos, en los que els pelegrins son los protagonistas.
El sábado por la mañana se celebran las misas de les càrregues a las 7, y la de els pelegrins a las 8. Después, aislados, celebran en la sacristía el rito central de la peregrinación: la Cerimònia del Perdó. En ella el guía dirige unas palabras a els pelegrins, y a continuación se piden perdón mutuamente por las ofensas cometidas.
Font de l'Arxivello
Los peregrinos comen a las 12. Hacía la 1 del mediodía, se forma la procesión de despedida que recorrerá de nuevo el santuario junto a ellos con cantos, rezos y volteo de campanas.
El camino de vuelta a Les Useres, es practicamante el mismo que el del día anterior, con algunas excepciones.
Al bajar el Marinet, la comitiva se desvía a la Font de l'Arxivello para descansar, en lugar de hacerlo en la Font dels Possos. A continuación, els pelegrins se dirigen a Xodos donde llegan hacia las 15 horas, siendo recibidos por el pueblo. Aquí caminan descalzos hasta la iglesia, en la que vuelven a rezar y cantar, antes de abandonarlo. La siguiente parada la realizan en la Lloma Bernat.
Entrada en Xodos
A lo largo del camino, en lugares accesibles por vehículos, se concentran grupos de personas para ver pasar els pelegrins. También, en ocasiones, algunos limpian la senda y la alfombran con flores y hojas, extraídas de los alrededores, incluso se pintan tapices florales con motivos religiosos.
Otro breve descanso en el Mas d' Ahicart y posteriormente pasan, hoy sin entrar, por Sant Miquel de les Torrocelles. Poco después, se detienen a merendar en la Font dels Xops, alrededor de las 18 horas. La última pausa, antes de llegar a Les Useres, es en el Corral Blanc.
Los romeros y el pueblo en general reciben un trozo de pan en la entrada de Les Useres.
La llegada de els pelegrins y su séquito al pueblo es de noche, pasadas las 21:30 horas y se realiza con la misma solemnidad que ha mantenido toda la peregrinación.
Suena la campana de la ermita del Loreto, el pueblo que asiste al ritual enmudece. Un grupo de niños corre por la calle portando el calzado de los peregrinos. De pronto, se escucha a los cantores recitar sus cánticos. Los vemos bajar seguidos de los peregrinos, que van ordenadamente en procesión, descalzos sobre una alfombra de hojas y portando velas encendidas.
Tapiz floral en el Camí dels Pelegrins.
Recorren las calles del pueblo, deteniéndose a rezar en la ermitas del Loreto y de Sant Antoni, para finalizar donde comenzó la peregrinación el día anterior, en la iglesia parroquial de Les Useres.