sábado, 20 de junio de 2015

Pla de Vistabella-Fontana de Dalt-Pont Romà

Resumen.

Ruta circular por el bosque de pinos silvestres y negrales de la umbría del río Montlleó, en el borde occidental del Pla de Vistabella. Pasando por varias fuentes como la de la Marta, Fontana de Dalt, del Mig y de la Porcà, recorreremos un tramo del cañon del río Montlleó, frontera entre Aragón y el País Valenciano. Además visitaremos el Pont Romà y una calzada de origen posiblemente romano.

Penyagolosa desde el Pla de Vistabella.
Distancia aproximada: 14,3 km
Desnivel acumulado: 840 m


Enlace al track de la excursión








Descripción del recorrido.


Font de la Marta
        Esta ruta se inicia en el borde occidental del Pla de Vistabella, junto al Mas el Cap del Pla (1150 m). Se puede llegar hasta aquí en coche por pista de tierra, con algunos baches. Hay que seguir la carretera CV-170 pasando Vistabella del Maestrat hacia Puertomingalvo y, a la altura del km 40, tomar una pista a la derecha hasta las casas de La Venta, donde nos desviamos a la izquierda y, después de una gran balsa contra incendios, llegaremos al Cap del Pla.
      Comenzamos nuestro itinerario subiendo suavemente hacia el Norte por una pista que recorre parcialmente el Pas de la Marta, antiguo camino de tránsito del ganado.
Lloma del Mas de Peris
        Dejamos dos entrantes a la derecha y seguimos por senda entre muros de piedra seca. Nos envuelven pinos silvestres, carrascas y enebros. Cuando la vegetación se espesa descendemos al Barranc y Font de la Marta (1130 m), en cuyo abrevadero de obra hay un pequeño lavadero.
     Buscamos un sendero, señalizado con puntos azules, que asciende hacia el Este (derecha) por la umbría del barranco y en paralelo a él. Por la ladera se extiende la hierba bajos los pinos y junto al camino el espino albar.
     Al llegar a la cabecera, salimos de la vaguada por la izquierda siguiendo los muros de piedra, y alcanzamos la Lloma del Mas de Peris (1200 m). Es un páramo limitado por muros de piedra seca, con algunos enebros jóvenes aislados. Tras los muros están Els Freginals, zonas destinadas al cultivo de forraje.
Pla de Vistabella
      Desde este altiplano observamos el Pla de Vistabella y, siguiendo hacia el Este seguimos una pista de tierra que desciende al llano.
Azagador del Bovalar
     Cerca de las casas del Mas de Lunes, dejamos la pista y nos desviamos hacia el Norte (izquierda) por el azagador del Bovalar (1160 m). Ahora las marcas son puntos rojos. Subimos entre muros de piedra que cierran campos abandonados. Por el camino afloran los estratos calizos, en los que la erosión ha formado un lapiaz, y también encontramos fósiles de bivalvos del género Exogyra, conocidos popularmente como orelles de moro.
     El camino se cruza con la pista de La Estrella, que vamos a seguir hacia el Oeste (izquierda). En los márgenes abunda el piorno azul (coixí de monja), y también la ontina que tiñe de amarillo los meses de junio. Dejamos atrás el Mas de Rosca y al poco surge a nuestra derecha otro azagador, el Carreró del Corso (1215 m), que ascendemos por una pista difusa. A nuestra espalda tenemos una buena visión del poljé de Vistabella, Penyagolosa y Vistabella del Maestrat. El suelo está cubierto por el típico tomillar con espliego, además de enebros y sabinas.
Pinar negral bajando a la Fontana de Dalt.
       Poco a poco nos adentramos en un pequeño carrascal, abandonamos la pista que desciende y seguimos subiendo por un sendero que atraviesa el collado (1260 m) entre el Tossal del Mas de Leandro y el Tossal del Mas de Folc.
      Al descender del collado hacia el río Montlleó, la vegetación cambia por completo. Un denso pinar de laricios cubre la ladera de umbría. El sendero, cubierto de pinocha, atraviesa diagonalmente la empinada vertiente entre pinos adultos de gran altura. Finaliza en una pista poco usada que lleva al Prat de Martí, pero nosotros seguimos por la izquierda (suroeste) para llegar a la Fontana de Dalt (1057 m).
Fontana de Dalt
      La fuente se encuentra en una vaguada en un caos de grandes bloques de roca caliza y pinos, cubiertos de hiedra.
      Proseguimos el camino y nos encontramos de nuevo con la pista de La Estrella. Ahora dejamos los puntos rojos que nos llevarían al santuario, y ascendemos hacia el Sur (izquierda). El espeso pinar apenas nos permite observar las paredes de la vertiente opuesta del cañón del río Montlleó. Numerosas matas de boj ascienden por la ladera y también algún enebro aislado de gran porte.
      En la primera curva cerrada dejamos la pista por otra menos transitada que continua hacia el sur, pasando junto a una casa en ruinas. Al poco comienza a descender y entonces nos desviamos a la izquierda por un sendero de ganado que sube a una terraza. El camino se pierde entre la hierba, los rosales silvestres, los pinos, los arces y algún manzano. Siguiendo los hitos por los bancales hacia el suroeste, llegamos a Les Foies del Mas de la Cambra, una zona cultivada donde hay un par de balsas para el ganado y el Pou del Mas de la Cambra (1121 m).
Acantilados del río Montlleó
      Rodeando el manantial llegamos a otra pista que seguimos en descenso por el pinar negral. En un cruce, tomamos el ramal de la derecha que sigue bajando. Más abajo, en la siguiente bifurcación tomamos el camino de la izquierda.
       La pista en desuso serpentea entre antiguos bancales de cultivo, hoy invadidos por los pinos laricios, hasta morir en el lecho pedregoso del río Montlleó (937 m).
      El cauce aquí suele estar seco, ya que sólo lleva agua después de fuertes y prolongadas lluvias.
      Cruzamos el río junto a una gran roca caliza y un grupo de álamos negros. La otra orilla es territorio aragonés, del término de Mosqueruela, puesto que este tramo del río Montlleó sirve de línea fronteriza entre Aragón y el antiguo reino de Valencia, desde la Edad Media, cuando fue marcada por el rey Jaume I al fundar del reino valenciano en el s. XIII.
Río Montlleó
      Encontramos un sendero borroso hacia el Sur (izquierda), que sube en diagonal a la pendiente por una vieja e inacabada pista forestal conquistada por la maleza y los derrumbes. Vamos ganando altura para salvar el meandro del río que forma la Moleta de Maravilla, y pasar junto a la masía homónima.
      En los bancales bajo el Mas de Maravilla (1031 m) hay varios cerezos y frente a él, en la vertiente valenciana, vemos el Mas de la Noguera. Dejamos a la derecha las casa del mas y descendemos hacia el Este, rodeados de carrascas y pinos negrales hasta llegar de nuevo al cauce del río Montlleó (977 m).
     En esta parte del río afloran los estratos calizos que son moldeados por el agua formando marmitas y escalones. Esta zona suele tener agua porque existe un manantial poco más arriba, cercano al puente medieval.
Río Montlleó
     Vadeamos el río y regresamos a la orilla valenciana. Giramos hacia el Sur, mientras seguimos los hitos próximos a un muro de piedra que delimita el cauce. Por la derecha se incorpora al Montlleó el Barranc de les Calçades o de Prados.
      Seguimos unos metros por el lecho del río, salvando alambres que cercan el ganado y blancas rocas calizas. Y después trepamos por la izquierda a una terraza herbosa y abandonamos el cauce del río.
    Continuamos por la pradera, entre las terrazas de cultivo abandonadas del Mas del Pont y el río, hasta llegar al Pont Romà o de les Calçades (985 m), bajo las imponentes paredes rojizas de la Penya Roya.
Pont Romà o de Maravillas.
      En realidad, este puente es de fábrica medieval y, según está documentado, se construyó en el s. XIV por el concejo de Mosqueruela, donde es conocido como Puente de Maravillas. Sin embargo, se asienta sobre sillares de origen romano, y también es sabido que por aquí transcurría una vía romana secundaria que unía la Vía Augusta, a la altura de l'Arc de Cabanes, con las tierras altas turolenses. De aquí el probable origen del topónimo Pont Romà.
      Retomamos las marcas azules y subimos por la pista forestal hacia el Este. Dejamos a la derecha el aljibe del Pou del Mas del Pont y en el collado pasamos junto a las casas del Mas del Pont (1020 m).
Font del Mig.
      Nos introducimos en el frondoso y umbrío bosque de pinos silvestres, salpicado de pinos laricios, pinos rodenos, arces, avellanos y arbustos como el espino albar y el rosal silvestre.
       Pasamos junto a la Font del Mig (1041 m) y después salimos de la pista y caminamos, en paralelo, sobre el antiguo camino empedrado, cuyos orígenes podrían ser la antigua calzada romana. Regresamos momentáneamente a la modera pista, para abandonarla definitivamente poco después, ascendiendo por el viejo camino y, tras pasar por la Font de la Porcà (1110 m), llegamos al Cap del Pla (1150 m). Conclusión de la ruta.