sábado, 9 de noviembre de 2019

Cabezo de las Cruces desde El Vispal.


Resumen.

El Cabezo de las Cruces (1710 m) es un cerro situado en el extremo norte del término municipal de Cortes de Arenoso. Tiene apariencia de cuesta con el frente orientado hacia el sur. Forma parte de las estribaciones meridionales de la Sierra de Gúdar, en su fachada mediterránea.
Su vértice geodésico, y parte de la carena, sirven de frontera administrativa entre la Comunitat Valenciana y Aragón, ya que separan los términos municipales de Nogueruelas y Linares de Mora (Teruel) del de Cortes de Arenoso (Castelló).
Es el segundo pico más alto de Castelló, por de detrás de Penyagolosa (1814 m) y el cuarto de la Comunitat Valenciana, si tenemos en cuenta que el techo del territorio se encuentra en el Cerro Calderón (1838 m) y el tercero es el Cerro del Gavilán (1751 m), ambos situados en el Rincón de Ademuz (Valencia).

El Vispal

Distancia aproximada: 16,73 km
Desnivel acumulado: 738 m

Enlace al track de la excursión





Lavadero de Castelvispal
El Cabezo o Cerro de las Cruces es accesible partiendo de tres núcleos de población. Desde Cortes de Arenoso, al Sur, podemos tomar el Sendero Local de Los Manantiales. Si salimos de Nogueruelas, al Oeste, seguiremos el Sendero de Pequeño Recorrido PRTE-23. Por último desde Castelvispal, al Norte, podemos seguir la ruta que hemos elegido nosotros, que no está señalizada.
Castelvispal (1080 m) o El Vispal, como se le conoce entre los pobladores de la comarca, es una aldea aislada en el corazón del profundo valle del río Linares. Actualmente depende de Linares de Mora, aunque fue una villa independiente hasta 1971.
Iniciamos nuestro recorrido en la entrada del pueblo, descendiendo por una callejuela que nos conduce al lavadero y fuente que suele tener abundante agua. De aquí parte una senda que baja al barranco de Castelvispal, rodeada de bancales con pequeñas huertas y acequias que las riegan.
En el lecho del angosto barranco giramos a la derecha (O) y nos encontramos con la Fuentica, una fuente con una inscripción en cerámica. Aquí la senda se pierde entre los bloques de roca del cauce, pero si ascendemos unos pasos por el magro curso de agua, enseguida hallaremos un sendero que atraviesa antiguas terrazas de cultivo y bordea el lecho, dejándolo a su derecha, sin entrar en él.
Mas de Valdelosas
Ya por el camino vemos nogales y álamos longevos.
El paraje que recorre la ruta de hoy se asienta sobre depósitos cretácicos. Estos son una intercalación de calizas grises y rojas con abundantes fósiles, calizas arenosas, areniscas, arenas, margas y arcillas. El barranco que surcamos ahora se ha excavado aprovechando una serie de fallas, entre algunos de estos materiales que podemos ver en sus paredes.
Al poco rato cruzamos el lecho pedregoso que, dependiendo de la época del año, puede estar seco o llevar caudal, y llegamos a una zona llana, donde el barranco se abre, en la que llama nuestra atención un hermoso manzano.
Aquí aparece una incipiente pista que vamos a seguir, siempre en ascenso, y que poco a poco va mejorando su firme. El barranco se mantiene estrecho mientras que en sus escarpadas laderas encontramos pinos silvestre y laricio.
Algibe y muro en priedra seca
Cuando el estado de la pista mejora nos cierra el paso una cancela de alambre que guarda al ganado bovino. La franqueamos, dejándola en su estado original, y continuamos ascendiendo.
A la orilla del camino, junto a pinos y carrascas, se suceden nogueras, almeces, arces, álamos negros, cerezos y los típicos arbustos del rosal silvestre y la zarzamora.
A partir de la cota 1200 m empieza a predominar la carrasca, el quejigo y los enebros común y de la miera.
Dejamos a un lado el barranco de Castelvispal al tiempo que superamos un collado con una balsa y bancales de piedra seca. Poco después llegamos a los dominios de la Masada de Valdelosas.
Unos muros de piedra seca rodean la explotación ganadera delimitando antiguos cultivos de cereal, que ahora se han convertido en pastos.
Azagador junto Casa Andrea
Las casas de la masía se encuentran a 1380 m de altitud, orientadas al sur, dominando el territorio que le rodea. Todo el espacio está ordenado con arquitectura popular en piedra seca, así observamos bancales, cercados, azagadores, aljibes,...
Cerca de las casas, cuando la pista de tierra gira a la derecha (N) para dirigirse a ellas, nosotros torcemos a la izquierda (S) para tomar un azagador, flanqueado por muros de piedra.
A esta altitud, si giramos la vista hacia el nordeste obtendremos una buena visión de las cumbres de Penyagolosa, la Golosilla, las Cinglas de Puertomingalvo y el Pelejero, las Ampolas y el profundo valle del río Linares.
El azagador se estrecha cuando nos acercamos a la Casa Andrea, que está a la izquierda sobre una loma.
Tropezamos con otra cancela de ganado que tendremos que salvar. Poco después el azagador conecta con la pista de comunica Nogueruelas con Castelvispal.
Ahora caminamos en suave pendiente por una sucesión de anchos collados que se han formado, alineados a una falla de hundimiento, en la vertiente oriental de la Sierra de Ferriz (Alto de Ferriz 1769 m). Estos compartimentan el drenaje de la ladera en varios barrancos (Valdelosas, Castelvispal y Balseca) que acaban confluyendo en el de Castelvispal.
Los collados están ocupados por pastos cercados con muros de piedra, y en las laderas vemos pinos laricio. La zona de pastos es un tomillar con lavanda y piorno azul que tiene una población diseminada de enebros, sabinas negra y pinos albar.
Sierra Ferriz y Mas de los Collados
Pasamos cerca del Corral de la Sabina (1418 m) y detrás de él vemos el Mas de Rios (1500 m). Después la pista se bifurca dos veces. La primera vez, un ramal se dirige hacia el Este descendiendo hacia el Mas del Retor, siguiendo en parte el barranco de la Balseca. La segunda va hacia el Sur, por otra pista menos usada que es la que tomaremos, mientras la pista principal de Nogueruelas continúa por la derecha (N).
Cerca del Mas de los Collados, nos encontramos con un viejo pairón (1440 m) en una bifurcación y nosotros tomaremos el azagador de la izquierda (S) que se va estrechando al mismo tiempo que sirve de cauce a la escorrentía del collado.
Dejamos atrás las casas y corrales del mas para acceder al último de los collados, el de la Contienda (1479 m). En este lugar nos cruzamos con el sendero PRTE-23, procedente de Nogueruelas, que vamos a seguir hasta la cumbre del Cabezo de las Cruces.
Cabezo de las Cruces (1710 m)
Peña Calva desde el Cabezo
Ascendemos la falda del Cabezo por un sendero ancho y directo con fuerte pendiente. Penetramos en un pinar de pinos albar con enebros y piornos azules. A mitad ladera la rampa se suaviza buscando el collado (1633 m) que se forma en el reverso de la cuesta que da acceso a la cima.
Aquí nos desviamos a la derecha (S), por entre los pinos, atravesamos una línea de trincheras de la Guerra Civil y por el borde del acantilado, en el que aflora la roca caliza arenosa, seguimos unos mojones entre viejos enebros y pinos laricios.
Después de una zona quemada llegamos al vértice geodésico del Cabezo de la Cruces (1710 m).
La escarpada cima nos ofrece una visión imponente en 360º. Al Sur, las Sierras de Javalambre y Espadán, con la depresión del río Mijares. Al Este, Penyagolosa y la costa mediterránea. Al Norte, El Llano, Mosqueruela, Las Ampolas, Las Cinglas y el Alto del Pelejero (Puertomingalvo) y el valle del río Linares. Y al Oeste, la Sierra Ferriz con la Peña Calva en primer término.
Después de disfrutar del privilegiado observatorio, iniciamos el regreso bajando por la pista que procede de Cortes de Arenoso.
En el collado del Mas del Cabezo, dejamos la pista de Cortes y nos desviamos a la izquierda (N), hasta el siguiente collado.
En este punto, de todos los caminos que aquí se cruzan tomamos el que toma dirección norte y asciende una loma. Nos sorprenden unos monumentales pinos albar. Tras una cancela de alambre alcanzamos la loma, plagada de enebros, y retomamos el descenso hacia el valle del río Linares y Castelvispal.
Pairón de la Santa Cruz
Al llegar a un corral abandonado, dejamos el cómodo camino y avanzamos recto siguiendo unos hitos, campo a través.
Retomamos de nuevo a la pista y al poco dejamos a la izquierda un ramal que lleva al Mas de Morrilla.
Recorremos un pinar, sobre todo albar, con prados. Junto al camino nos encontramos con un pino laricio monumental.
Continuamos por la pista hasta el pairón de la Santa Cruz (1451 m), dedicado también a San Antonio, San José y Santa Quiteria, patrona de El Vispal. Hasta este lugar se celebra anualmente una romería el primer domingo de Mayo. Desde la iglesia de El Vispal, portan pendones y símbolos religiosos y aquí se celebra una fiesta con comida, bailes y cantos populares. Además se reparte un pan (mollete) entre los romeros, que también proceden de las poblaciones vecinas de Cortes de Arenoso y Linares de Mora.
Fuente de Inguerra
Volvemos por la pista y en la primera curva la desechamos por una senda que desciende por el barranco de la Pellejera.
Circulamos por un antiguo camino mulero que unía Cortes de Arenoso con Castelvispal. El sendero se introduce en el bosquete selvático. A veces se pierde el trazado original y discurre por terrazas de cultivo abandonadas.
Al salir de una de ellas se llega a la Fuente de Inguerra con un dornajo de madera y un abrevadero metálico.
A partir de ahora recuperamos el camino bien marcado entre carrascas, pinos laricio y sabinas negras hasta el Mas del Retor (1220 m).
Cruzamos la casa de la esta explotación ganadera y entramos en un sendero flanqueado por muros de piedra seca. Poco después encontramos una impresionante carrasca dentro de un cercado e iniciamos el definitivo descenso a El Vispal, por el serpenteante sendero.
Tras vadear el barranco de Castelvispal subimos a la aldea por el lavadero.
Mas del Retor. Al fondo Las Cinglas del Puerto y el Alto del Pelejero.