lunes, 7 de enero de 2013

La Vallussera -Lloma de la Picossa (Vistabella del Maestrat)

Resumen.
 
Recorremos los pinares y carrascales de la parte central de la Vallussera, en Vistabella del Maestrat, ascendiendo a la Lloma de la Picossa (1030 m). Caminaremos sobre todo por pistas forestales, aunque hay un tramo donde el camino se ha perdido y será necesario orientarse con el mapa o el gps.
 
La Vallussera (Vistabella del Maestrat)
Distancia aproximada: 18,3 km

Desnivel acumulado:  693 m.

Enlace al track de la excursión



 
 
Descripción del recorrido.
 
          Para llegar al punto de partida de la excursión hay que tomar la pista forestal de la Vall d'Usera. Ésta se encuentra entre el km 27 y 28 de la CV-170 de Atzeneta a Vistabella del Maestrat, bajo el Coll del Vidre. En la entrada a la pista hay un cartel que indica Mas de Clèrig, y a menos de un kilómetro está la Fonteta del Caminets. Aquí hay una baliza del PR que señaliza el viejo camino de Vistabella a Atzeneta, antiguo Assagador de la Serra que llegaba hasta Mosqueruela. Precisamente la modesta fuente toma el nombre de esta encrucijada de caminos.

Riu dels Molins. Molí Mes Baix
          Comenzamos a caminar hacia el oeste por el antiguo azagador, en dirección a Vistabella, siguiendo las marcas amarillas y blancas. Es una pista en suave descenso, cercana al Barranc de la Collassa, entre pequeños prados con pinos silvestres y laricios. Al norte vemos las casas del Mas de Clèric. En una curva del camino cruzamos el Barranc Pardo, donde ha socavado un estrato de conglomerados. Enseguida llegamos a un almacén de materiales de construcción, y renunciamos al PR para seguir la pista que por nuestra derecha circula hacia el norte, en paralelo al barranco. Durante un trecho atravesaremos varias veces este torrente y el Riu dels Molins al que se une poco después.

Enebro común
          Toda la ribera está poblada de álamos negros y por las laderas suben las carrascas y los pinos. Llegamos al Molí Mes Baix, en la confluencia con un pequeño barranco que baja por la izquierda. Las casas del molino se encuentran en buen estado, hay una fuente y un grupo de almeces. Seguimos un poco más por el camino del río hasta llegar a una cancela oxidada que tenemos que franquear. Cruzamos un campo de avellanos y volvemos a salvar otra cancela para ascender la cuesta por un camino invadido por aliagas.
Bancal con refugio
          Nos alejamos del Riu dels Molins cuando vemos en la otra orilla los restos de la Molineta, último de los siete molinos harineros que aprovechaba las aguas del río. El camino desciende ahora al Barranc de les Ferradures para continuar por la derecha (E) hacia el río, pero nosotros lo abandonamos para seguir recto (N). Subimos la ladera por una senda junto a un muro de piedra, que atravesaremos en el collado. Aquí el sendero se ha perdido, pero nos dirigimos por la izquierda (N) a un bancal poblado de pinos laricios, sabinas y enebros. Caminamos tomando como referencia las dos casas del Mas de la Culblanca que vemos en otro collado al norte. A menos 200 m encontramos el olvidado sendero que nos lleva al mas. Cruzamos el Mas de la Culblanca o de Martí por la era que se sitúa entre las dos casas.
          Ahora descendemos un tramo entre muros de piedra buscando un sendero poco transitado que circula por la vertiente izquierda de un torrente. Poco después vemos a la derecha del camino una barraca construida en piedra seca. Tras algunos zigzag llegamos al lecho del Barranc de la Ferreria. Lo atravesamos y continuamos hacia el norte remontando la vertiente por una senda de ganado. Varios enebros longevos de gran tamaño nos sorprenden junto a un muro de piedra seca que recorre el monte.
Mas de Forques y Pena-roja
          Pasamos por encima de las ruinas del Mas de Forques y pronto vemos en una loma, frente a nosotros, el grupo de casas que forman el Mas de la Torta al que nos dirigimos. El sendero muere a pocos metros del mas, en una pista forestal en buen estado que comunica el Pla de Vistabella y la Vallussera. Tomamos la pista a la izquierda (O) ascendiendo por solanas y umbrías, intercalando el carrascal y el pinar. Recorremos una zona prolija en construcciones de piedra seca: muros, bancales, barracas, casetas.
          Cerca del Mas de Garrido, la pista se divide y tomamos la bifurcación de la derecha. Poco después llegamos a un cruce y volvemos a girar a la derecha (E). Finalmente otra vez se parte el camino y ahora seguimos por la izquierda (NE) para subir a la Lloma de la Picossa (1030 m). La loma es un altiplano de poco más de 0,6 km2 de extensión, ligeramente inclinado hacia el sur, ocupado por pinos laricios, silvestres y rodenos, carrascas, enebros, sabinas, romeros y aliagas, donde pace el ganado vacuno. En el extremo norte, cerca del pico de La Picossa, se ha creado una Microreserva de Flora para proteger una pequeña población de tejos y la planta rupícola Jasione mansanetiana, un endemismo castellonense.
La Picossa. Al fondo la Mola de Ares.
          Todo su contorno está formado por escarpes rocosos que la hacen prácticamente inaccesible, excepto por un collado en su lado oeste. Al norte se encuentran los abruptos Barranc de la Cova y de les Climentes, entre cuyo desnudo roquedal calizo vemos algunos grandes abrigos como la Cova de l'Avellanar. En sus acantilados anidan grupos de buitres leonados y por las escarpaduras se refugian las cabras hispánicas. El Barranc de la Vallusera surca sus vertientes este y sur donde se hallan algunas cuevas interesantes como la Cova Santa .
          Bordeamos el perímetro de la Lloma por una pista forestal, siguiendo la dirección de las agujas del reloj. Al llegar al borde norte, en una curva pronunciada, desistimos momentáneamente del camino para acercarnos por una senda al pico de La Picossa (989 m), un aislado peñasco calcáreo que se alza sobre las profundas gargantas. Aquí disponemos de buenas vistas de la Serra del Boi, la Mola de Ares y la Serra d'Ensegures, en la que distinguimos la villa de Culla.
Mas de la Torta
          Regresamos a la pista para continuar rodeando la loma ahora hacia el sur. A la izquierda (E) tenemos en la vertiente opuesta la Lloma de Benafigos y la Pena-roja (1079 m), en cuyas paredes podemos contemplar la Cova Galana, otro abrigo de grandes dimensiones. En el camino encontramos algunos restos de calcita de tonos anaranjados, resultado de la cristalización de la roca caliza. Finalizamos el recorrido por la Lloma en el collado oeste. A partir de ahora desandamos parte del itinerario por la pista hasta encontrarnos de nuevo en el Mas de la Torta. Desde el mas continuamos descendiendo por la pista que se adentra en el Barranc de la Galera. Con la umbría los pinos laricios se elevan considerablemente para obtener la luz. Antiguas torrenteras acumularon grandes bloques de rocas en las laderas.

          En la cota más baja de la excursión (700 m), cruzamos el Barranc de la Vallussera y nos incorporamos a la pista principal que recorre casi todo el valle. Nos dirigimos hacia el sur, en ligero ascenso, sin abandonarla hasta acabar la ruta. Avanzamos bajo la Pena-roja dejando a la derecha un gran aljibe. Los pinos laricios cercanos al sinuoso barranco alcanzan una altura destacada y muchos están cubiertos de hiedra. Flanquean el camino maduros cipreses y abundantes labiérnagos de hoja ancha. Por la agreste ladera de la Lloma de Benafigos se deslizan los canchales en fuerte pendiente. Poco después de la confluencia del Riu dels Molins y el Barranc de la Clotxa, el valle se ensancha brevemente, lo que ha sido aprovechado para abancalar el terreno y cultivar avellanos.
Font del Pi de la Vallussera
          La pista discurre sobre las casas del Mas de la Clotxa de Baix, cuando se le une por la derecha la pista que se dirige a L'Aigua Lavall. Junto al camino se encuentra una balsa metálica circular para el servicio contra incendios. En poco tiempo llegamos a la Font del Pi de la Vallussera y tras dejar a la derecha la pista que va al Mas de Clèrig encontramos la Font dels Caminets, punto inicial y final de la ruta.