Resumen.
Ascensión a las tres cumbres de Las Ampolas, cuya altitud ronda los 1700 m., recorriendo la mayor parte
de su carena y las cabeceras de los barrancos del Zarzoso y de la
Mimbrera.
Las Ampolas |
Distancia aproximada:
14,4 km.
Desnivel
acumulado en subida y en bajada: 740 m.Enlace al track de la excursión
Descripción
del recorrido.
Masía de Valero |
Otoño en el collado de Las Ampolas |
Nos adentramos en el bosque umbrío de
pino silvestre, donde la humedad facilita la extensión de musgos y
líquenes, y el suelo se encuentra tapizado de sabinas rastreras y
variedad de herbáceas como las violetas. El sendero comienza bajando
hacia la izquierda, pero pronto gira a la derecha buscando el
estrecho cauce del torrente, por el que caminaremos un tramo. Cuando
la pendiente se suaviza encontramos una pista, que seguimos unos
metros, hasta llegar a la confluencia con otro barranco procedente
del este (izquierda) en una zona abierta con bancales. Aquí dejamos
la pista temporalmente para atajar, siguiendo el curso del barranco
del Zarzoso hacia el oeste (derecha). Sin camino definido, pero sin
dificultad, avanzamos hasta que nos volvemos a encontrar con la
pista.
Barranco Zarzoso |
Balsa del Cabañil |
Llegamos al Cabañil, una zona casi
desprovista de arbolado donde predomina el espliego, el coixí de
monja (piorno azul), le sabina rastrera y arbustiva, y el enebro.
El suelo rocoso muestra las heridas de lo que parece ser un intento
fallido de repoblación forestal, ya que se ha arado un extenso
territorio levantando la roca caliza.
Masía del Cabañil |
Dejamos el mas y continuamos por la
pista hacia el oeste. A nuestra izquierda la cabecera del barranco
del Cabañil alberga una balsa con abrevadero. Pronto el camino
dibuja una curva de 90 grados para dirigirse al sur (izquierda).
Caminamos ahora por una loma plana, sin apenas pendiente, entre las
huellas de una antigua explotación a cielo abierto de losas calizas.
Masico Quemado |
Se trata de una casa con cubierta a
dos aguas y un corral techado para el ganado que enmarcan la era,
además de otro corral cerrado por un muro de piedra en seco. La
puerta principal y la era se encuentran al sur, desde donde parte un
sendero que, siguiendo un muro de piedra, desciende al barranco de la
Mimbrera. Al finalizar el muro bajamos a los bancales abandonados
para atravesarlos en perpendicular a la pendiente. Ya en la vertiente
opuesta, cruzamos una pista y buscamos un antiguo camino forestal que
remonta por el pinar.
Masía del Cabezo |
Hemos regresado al bosque de pinos
silvestres con un sotobosque plagado de sabinas rastreras, erizos
(piorno azul) y herbáceas. El camino sube hacia el suroeste hasta
llegar a un viejo corral abandonado, donde gira hacia el oeste
(derecha) para ascender a la Muela de las Hoyas (1705 m) segunda
cumbre de Las Ampolas. Cerca de la cumbre aflora, a la
izquierda del camino, una forma de erosión cárstica que se conoce
como lapiaz. La acción
corrosiva del agua ha atacado la roca caliza del suelo agrandando y
profundizando las grietas y esculpiendo acanaladuras. Rodeamos la cumbre poblada de pinos
silvestres, y cuando empezamos a bajar nos cruzamos con otro camino
que tomamos hacia la izquierda. Rápidamente alcanzamos la vertiente
sur de Las Ampolas que ya mantendremos hasta el final de la
excursión. Vamos ahora a recorrer la mayor parte de la carena de la
sierra, de oeste a este. Primero pasamos por la Muela de las Hoyas,
caminando por una pista bien definida flanqueada en ocasiones por
restos de trincheras de la guerra civil española, desde las que el
ejército republicano intentó, en el año 1938, detener el avance
hacia Valencia de las tropas nacionales.
Cuando el camino hace una curva a la
derecha, lo abandonamos para atajar, y nos desviamos a la izquierda
para descender un estrato rocoso entre los pinos. Recuperamos la
pista unos metros más abajo y continuamos hacia el collado de las
Beatas, donde se pierde el camino. Ahora seguimos los hitos que nos
guían hacia la derecha, en busca de una senda de ganado que transita
por el borde de la montaña.
Cantil de Las Ampolas |
Si no lo hemos hecho todavía, esta atalaya
es un buen lugar para contemplar los sistemas
montañosos que nos rodean. Al este la Serra de la Batalla y
Penyagolosa, al sur la Serra de Espadà, entre otras que se pierden en
el horizonte y al oeste Javalambre. Desde la columna que marca el vértice
geodésico iniciamos el descenso hacia el collado de las Ampolas,
bordeando el cantil entre las sabinas rastreras y los erizos que
siembran el suelo rocoso, y los pinos que sobreviven a los vientos
que azotan la cumbre. Al llegar al collado (1650 m.) coincidimos con
el camino de ida. Retomamos la senda por la que ascendimos para
descender, ahora de regreso, a la Masía de Valero, final de la
excursión.
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