Resumen.
Excursión por senderos poco transitados que recorren la umbría de la Serra de la Batalla, y un tramo del cañón del río Montlleó, atavesando un selvático pinar en los barrancos de l'Assor y del Til.ler, y visitando tres molinos harineros abandonados.
Distancia: 8,1 km
Desnivel acumulado: en subida: 400 m., y en bajada: 400 m.
Descripción del recorrido.
El camino parte de la carretera CV-170 de Vistabella a Puertomingalvo, entre el km 46 y el 47,cerca de una curva pronunciada que provoca el cruce del Barranc de l’Assor. Junto a una pequeña explanada, y tras una cancela de alambre, sale en dirección norte un camino abandonado que desciende al barranco por su vertiente izquierda. Enseguida se adentra en la espesa vegetación que todo lo invade, donde las hiedras, los rosales silvestres y las zarzamoras abrazan los pinos y robles.
A los pocos metros una senda aparece a nuestra a la derecha, que conduce al molí de l’Assor, por donde regresaremos al finalizar la excursión, ahora continuamos por la ancha pista asediada por robles quejigos, pinos silvestres y rodenos, majuelos, jaras, brezos, arces y helechos.
Al principio mantenemos la altura, pero pronto comienza el descenso al barranco. El frondoso bosque oculta periódicamente el camino en algunos tramos, pero el ganado mantiene en parte los senderos que nosotros aprovechamos. Para no perdernos seguiremos los hitos de piedras que nos conducen hasta el lecho del torrente, después de atravesarlo, y subir por la vertiente opuesta, nos encontramos con los restos de la vieja canal del molí Caldero. La seguimos a la izquierda (N) caminando sobre ella, aquí abundan los helechos, entre robles y pinos, y aparece algún avellano aislado. A los pocos metros llegamos a la balsa del molino, ahora medio colmatada e invadida por pinos. Es un trapecio irregular de unos 15-20 metros de lado, y los muros que aún la rodean mantienen una altura aproximada de 1’5 m, en un vértice se encuentra la boca del cubo por donde se precipitaba el agua. El molino se encuentra debajo de la balsa, justo cuando el barranc de l’Assor confluye con el río Montlleó.
Tras la visita inexcusable al molino, y al desfiladero rocoso que forma el meandro del Montlleó, volvemos a la balsa para tomar un sendero que asciende hacia el Este, alejándose del río, bajo un dosel de avellanos, y algún manzano extraviado. El camino serpentea, entre viejos bancales abandonados, hasta tropezar con una pista forestal que tomaremos hacia la izquierda (N), enseguida pasamos junto a una casa y alcanzamos el collado del Castellet desde el que se vuelve a observar el lecho del Montlleó, hacia donde nos dirigimos.
En la primera curva, vemos un camino abandonado a la derecha, que será por donde retornaremos. Ahora seguimos bajando por la pista y, cerca ya del río, surge a nuestra derecha el torrente del barranc del Til.ler, a pocos metros de desaguar en el río.
Para cruzar el Montlleó, tendremos que salvar una cancela que da acceso al molí Nou, que se encuentra ya en la orilla opuesta. Entramos ahora en tierras aragonesas, pertenecientes al término de Mosqueruela, ya que este tramo del río forma parte de la frontera histórica entre Aragón y la Comunidad Valenciana. Al llegar a las casas las rodeamos por la derecha siguiendo la curva del meandro, y al sobrepasarlas buscamos a la izquierda (O) un sendero que parte cerca de un nogal para ascender por un muro de piedra. Cuando éste llega a un pequeño collado nos desviamos a la derecha (N) para pasar justo debajo de un escarpe calizo. A continuación, el sendero recupera la dirección oeste y dobla a izquierda, atravesando una zona rica en fósiles marinos.
Frente a nosotros nos encontramos con un cerro testigo con forma de castillo alargado, con sus dos torres imaginarias a los lados, es el Castillejo o el Tormo de l’Assor, como también se le conoce. Este lugar merece unos minutos de observación del abrupto paisaje.
Entre los depósitos marinos de calizas y margas del cretácico inferior, mayoritarios en toda la zona, una serie de fallas han fracturado el terreno dejando aflorar, alrededor de los barrancos de l’Assor y del Til.ler, los estratos inferiores compuestos de areniscas y arcillas del período Albiense. Gracias a la menor permeabilidad de estos materiales y a la orientación norte de la vertiente, dichos torrentes mantienen caudales casi permanentes durante todo el año, favoreciendo la espesa vegetación que crece al abrigo de la umbría y la humedad. Otro elemento destacado es la exagerada sinuosidad del cauce del río Montlleó en este tramo, donde los meandros encajados en el cañón han dejado cerros aislados, y resaltes rocosos de impactante belleza.
Proseguimos nuestro camino, hacia el norte, dejando el Tormo a la izquierda para dirigirnos al Mas de los Castillejos caminando por un bancal abandonado. Al llegar al mas, rodeamos las primeras casas por la izquierda, siguiendo un muro de piedra seca para acceder a la era situada, como es habitual, en la parte trasera y superior de las mismas. Ya en la era, bordeamos los corrales por la izquierda pasando junto a una higuera. Enseguida la senda desaparece, pero nosotros buscamos unos hitos a la derecha que nos invitan a remontar una barranquera en continuos zigzag. Esta senda de cabras sigue en parte un muro de piedra situado sobre las casas del mas y, en dirección norte, corona la loma.
Al llegar al llano, sin un camino claro, viraremos a la derecha (NE) manteniendo siempre los pinos a la izquierda y el acantilado a la derecha. Poco a poco, la loma se torna cuesta que desciende buscando la desembocadura del barranco del Cubillo en el río Montlleó, cerca del Mas de Hilario. Antes de llegar al mas, el sendero se pierde en el lecho del barranco, que nosotros tomaremos aguas abajo hasta alcanzar el río. Un grupo de grandes chopos nos indican el lugar de confluencia de ambos, adonde nos encaminamos.
Una vez en el lecho del Montlleó, seguimos el curso del río, aguas abajo. En este tramo suele llevar agua y, dependiendo del caudal, puede ser necesario descalzarse. En las vertientes verticales se perciben bocas de cuevas y conductos cársticos relictos. Los estratos calizos que corta el río en su paso están inclinados, creando pequeños saltos de agua, así como algunas pozas donde es posible tomar el baño. Justo unos metros por encima de una de ellas, en la orilla derecha (oeste), se encuentra casi oculta por la vegetación la Cova Negra, aprisco utilizado en ocasiones para guardar el ganado lanar.
Progresamos por el lecho fluvial hasta topar con unos grandes bloques de roca caídos sobre el río, y rodeados de altos chopos. Aquí buscamos un camino que se encarama por la vertiente derecha (S), cortando una pedriza. Continuamos por él y al poco se convierte en una cómoda pista que se adentra en el pinar moteado de arces, robles quejigos, y enebros. Según nos acercamos a lo alto de la loma vemos ejemplares de pino laricio. Tras coronarla y llanear brevemente por ella, nos cruzamos con otra pista que seguiremos por la derecha (oeste) hasta llegar a otro cruce, donde abandonaremos las pistas para buscar frente a nosotros un camino poco transitado que desciende hacia el Barranc del Til.ler, manteniendo la dirección suroeste.
Nos hallamos de nuevo en la húmeda umbría donde abunda el pino rodeno y el brezo, entre bloques de arenisca de tonos blanco-amarillentos del período Albiense. Después de salvar una alambrada que controla el ganado vacuno, el sendero se desliza por una pendiente hacia el torrente del Til.ler, invadido por los helechos, zarzamoras y algún manzano silvestre. Al cruzar el arroyo el camino cambia de dirección, primero al norte y después al oeste, y enseguida se encuentra con la pista que se dirige al molí Nou.
Helechos |
De nuevo en la pista, la retomamos ascendiendo (izquierda), y pasamos por la casa del collado. Al bajar éste, nos encontramos en un claro donde la pista hace una curva pronunciada a la izquierda, entonces la abandonamos y nos dirigimos hacia un sendero de ganado que se encuentra enfrente, entre los helechos y pinos. Éste se encamina hacia el sur por la vertiente derecha del barranc de l'Assor, en la que el terreno silíceo predomina y favorece el desarrollo de algunas especies como el pino rodeno y el brezo blanco.
La senda, que asciende poco a poco, transita por lo que parece un antiguo camino carretero, por lo que a veces se ensancha, aunque la frondosa vegetación lo invade constantemente. Entre el sotobosque vemos helechos, majuelos, brezos, guillomos, violetas,...
Molí de l'Assor |
Para regresar a la carretera y finalizar la excursión, tomamos una senda que hay a la izquierda de las casas subiendo por la vertiente, y en breves zigzag alcanzamos el punto de partida.
¿En ese rio hay peces?
ResponderEliminary de que tipo?
ResponderEliminarEl río Montlleó tiene un caudal intermitente, con estiajes prolongados, sólo tras fuertes lluvias posee un caudal regular. Por lo tanto muy pocos tramos tienen suficiente agua para que pervivan los peces, que suelen ser barbos y truchas. En mi opinión, no es un río de pesca.
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